Las tormentas frontales ocurren con máxima frecuencia cuando una masa fría fuerza la elevación de otra cálida húmeda inestable. Los frentes fríos suelen extenderse a lo largo de cientos de kilómetros, por lo que se descarta la posibilidad que una aeronave trate de bordearlos. Tormentas de frente cálido son menos frecuentes y apenas ocurrirán si el aire cálido posee una inestabilidad latente o potencial.