Es una superficie que se proyecta en dos dimensiones (X, Y), y representa la geometría que une los puntos que indican la altura de la tabla de agua en un acuífero a una determinada profundidad en el mismo. Este tipo de superficies son representadas mediante isopiezas (líneas que unen puntos de igual valor del nivel piezométrico), donde el valor de las isopiezas debe ser expresada siempre junto a las mismas y se debe procurar que la separación entre ellas sea equidistante.
Las superficies piezométricas tienen como finalidad demostrar la evolución espacial de la profundidad del agua en factores como la superficie del terreno, el valor de los gradientes hidráulicos, la dirección y sentido del flujo de agua subterránea, entre otros.