Sustancias pigmentadas obtenidas de las raíces, hojas, frutos, corteza, o del leño de las plantas, y cuya mayor aplicación está en la industria textil. Para que las fábricas textiles puedan utilizarlos, los colorantes se deben hacer insolubles a fin de que no destiñan. Esto se consigue por medio de los mordientes, que son sales de metales diversos.