Las buenas prácticas del agua son todas aquellas acciones llevadas a cabo por diversos actores sociales y/o entidades (comunidades, instituciones públicas, ONG, empresas), que contribuyen a la protección y/o conservación del recurso hídrico, a la mitigación del daño y/o a la prevención de conflictos, en una perspectiva de gestión integral del recurso hídrico.

Hay varios criterios que se pueden tener  en cuenta para que una acción sea considerada una buena práctica de gestión del agua, entre estas están;  que la buena práctica permita la participación de diferentes actores, que las decisiones sean tomadas en común acuerdo, que promueva soluciones a una situación determinada, que se ajuste a las condiciones del lugar en que se lleva a cabo, que sea sostenible en el tiempo, que tenga en cuenta aspectos culturales, que genere resultados positivos para los actores involucrados y que promueva valores o la recuperación de prácticas ancestrales o tradicionales.

La identificación y el análisis de las buenas prácticas de gestión del agua son útiles en la medida en que permiten crear estrategias para su fortalecimiento y posibilitan su divulgación entre diversos actores que pudieran aprender de ellas y recrearlas. En el caso del OCGA, la identificación y el análisis de casos de buenas prácticas se podrán realizar a través del diligenciamiento de un formulario por parte de las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible del país. El formulario de buenas prácticas busca describir en qué consiste esta, delimitarla espacio-temporalmente, definir quiénes la han realizado y con qué motivaciones, vislumbrar los principales logros y dificultades, el formulario para su documentacion se encuentra dentro del Sistema de Informacion de recurso Hídrico -SIRH-.